miércoles, enero 30, 2008

De la Fragilidad del Blues. De Antonio Martínez


“Antonio C. Martínez es parte del espejo poliédrico en que se fragmenta el reflejo de la realidad de cualquier habitante de las grandes urbes. Da por hecho que el lector, su lector, es un ente informado, y procura crear historias divertidas, pero sin desprenderse totalmente de la reflexión que encamina al desvelo de las verdades terribles. Desgaja historias que nos serán familiares; de nostalgias y sentimientos adversos e inversos, de lealtades e infidelidades, de pasiones y desencuentros. Nos hace penetrar en un relato sobre el sentido de la vida y la fatalidad de envejecer. Narra una complicada trama emparentada con el triller. Otros textos cortos, que oscilan entre la narrativa y la poesía menos convencionales, se le fueron acumulando con los años; entre discos de Tom Waits y de Frank Zappa, entre lecturas de Ítalo Calvino y Poemas de Li Po, entre el azar de existir y el destino de escribir”.


AlterArte Ediciones. alter_arte@hotmail.com.

Tomado de: http://www.pentagrama.com.mx/boletin23/nosllega.html

lunes, enero 28, 2008

Verbos Carnales


Por Alterarte

Ciudad Nezahualcóyotl desde su surgimiento ha dado mucho de que hablar. En un principio fue ejemplo de miseria y de abusos cometidos por especuladores de la tierra en contubernio con algunas autoridades, esta situación dió pie a que Neza se convirtiera en otro ejemplo: el de la organización social, lo que posibilitó la satisfacción de las más elementales necesidades. Poco a poco el paisaje de los terregales, las casas de cartón y los habitantes hambrientos se transformó en la ciudad que ahora es y que se encamina a resolver otras necesidades menos materiales. Como casi todo, las expresiones artísticas e intelectuales surgen a iniciativa de los propios habitantes, la música, la danza, el teatro, la literatura de elaboración casera, han encontrado en la voluntad de sus ejecutantes el principal punto de desarrollo. Con niveles y recursos diversos los artistas tratan de conformarle un rostro diferente a su ciudad. De manera particular la mayoría de los escritores nezenses, han construido historias que en mucho se asemejan a las de ellos mismos o a los primeros pobladores, haciendo de la ciudad su principal personaje.
En Verbos Carnales, Suriel Martínez Aguilera, continúa con esa tarea y toma la creación literaria como el eje de esta historia, dándole el carácter claro de personajes, a los escritores que de alguna manera son o fueron parte fundamental en el inicio de esta aventura por las letras Nezences. Los escritores narran con su propia voz los motivos que los llevaron a tomar la letra como oficio y forma de expression, su bregar por el mundo y las críticas y balances a la experiencia.Al avanzar por las páginas de este libro, todo aquel que tenga algún vínculo, estrecho o lejano, con la ciudad, se irá percatando de que, en realidad, está ante un espejo en el cual, a través de las experiencias e inquietudes expuestas por cada uno de los personajes, puede ver reflejadas las suyas propias. Para los que no conozcan Neza les servirá como un acercamiento a un proceso de fundación de las letras de un lugar determinado, tal y como surgió en algunas partes del planeta en los primeros intentos humanos.
alterarte
De venta en:
Alterarte Ediciones, Cielito Lindo no.45 Col. Benito Juárez, Cd. Nezahualcóyotl.
Librerias Da Vinci, Matriz: Av, Adolfo Lopez mateos no. 596 Col. Agua Azul, Cd. Nezahualcóyotl, Méx.Entre Av. Chimalhuacán y 4a. Avenida, a un costado de la clinica del IMSS no.75 Sucursal Chimalhuacán: Av. Chimalhuacán no.302 B Col. Benito Juarez, a dos cuadras de Palacio Municipal.También en: Casa Refugio CitlaltépetlCitaltépetl No.25 Col. Hipódromo Condesa, Ciudad de México.
Centro Toluqueño de Escritores
Librerías La Jornada, Alvaro Obregón no.126

viernes, enero 25, 2008

Él y tú

Texto de Ricardo Medrano / Ilustración de Antonio Ramos


Se hace de noche. Fantasmas revolotean mientras el sueño aterriza y poco a poco ablanda mis extremidades. Pierdo la conciencia. Salgo de mí, de mi cuerpo. Soy un fantasma de gas; volátil, ligero, sombra que mira desde el techo hacia la cama. Soy otro y el mismo. Escucho mis ronquidos y cuento las veces que cambio de posición en busca de la comodidad. Todo es tangible. Soy el que duerme y el que observa. Yo, fantasma, cierro los ojos y con sólo desearlo fundo mi esencia con los objetos que pueblan la recámara. Siento el clamor de la madera, su expansión. Logro comunicarme con los árboles que perviven en los muebles: sillas, ropero, buró, mesita de noche, cama y cabecera. Todos me refieren imágenes intensas, memorables de nuestras noches juntos —y nosotros que cerrábamos la cortina para resguardar nuestra intimidad—. Duermes plácidamente. Una sábana blanca te resguarda de la sutil brisa nocturna que se cuela por la ventana entreabierta. La tibieza de abril humedece tu cuello, tus hombros, tus senos. Cuento los dedos de tus pies, tienes las partes de la mujer en el sitio correcto —diría un poeta—. Gesticulas y abres piernas y brazos. Tus formas se dibujan bajo la tela, valle simétrico: cumbres y hondonadas, texturas luminosas. Eres perfecta letra equis cuando te miro desde aquí arriba. Siento celos de aquel que duerme junto a ti. Empiezo a pensar que no soy yo. Siento que muero cuando él coloca su mano sobre tu pubis y enreda el dedo medio en tu íntima vellosidad, como quien acaricia la cabeza de un niño. Abre su palma y tú las piernas, él coloca la mano en tu estómago, tú elevas las rodillas. Intermitentemente tamborilea los dedos sobre tus pezones, estos muestran su agradecimiento y florecen amenazantes. Él rodea el centro de tu cuerpo y con el dorso de la mano percibe el incremento en la temperatura de tus muslos. Los miro. No, no puedo ser yo. Aún en mi condición de fantasma siento amarga la boca. Reúno fuerzas: es más grande mi deseo de mirar, el voyeurismo triunfa sobre el dolor que me causa ver tu excitación. Creo que disfruto ver tu cuerpo dominado por su impulso primitivo. En ese momento eres tú quien gobierna, quien decide con quién se funde; eres tú quien pone rostro al que en la oscuridad te toca y te dibuja, quien te eriza los delicados pelillos de la espalda. Boca abajo te extiendes alargando los brazos. Él muerde tus tobillos como can amistoso, lame tus pantorrillas y entreabre el compás de tus piernas para subir a ratos por una y otra columnas. Te encorvas como un pez lento que nada río arriba. Él se sumerge en ti. Tú le regalas un lamento lejano, apenas audible. Por momentos levanta la cabeza y admira el espectáculo: eres perfecta —corrobora—. Tú te hundes en la almohada y ahogas tus crecientes lamentos. La humedad de tu piel es suave aceite para que él resbale sobre ti. No entra, alarga el momento y pasea tu deseo, deja su viscoso rastro como un atolondrado. Tu intimidad es un ave hambrienta que aguarda el urgente alimento. Lo invitas, insistente en que él te habite, que sea tu huésped. Su pecho con tu espalda, sus rodillas y tus corvas, su empeine y las plantas de tus pies, sus ingles y tus nalgas, todo es cóncavo y convexo, hechos a medida, mano que envuelve al puño. Él descansa su peso sobre los brazos. Se yergue sobre ti como lobo aullador. Máquina perfecta la de los dos cuerpos en sincronía. No opones resistencia. Milimétrica embestida, lenta, sutil, eterna. Sientes la suave invasión. Quieres devorarlo. Cada célula tuya late con corazón propio. Eres sensible de punta a punta, desde los dedos hasta los cabellos. Elevas un poco la cadera. Todo en ese momento es tuyo. Sientes su raíz en busca de tu agua. Generosa recibes al sediento, lo incubas, lo dejas hacer. Mientras yo me consumo en ese éter despiadado que me tiene flotando, que me transforma en líquido...

jueves, enero 24, 2008

De Neza a Grecia, para Christy Petropoulou

Hay que decirlo, conocí a Christy Petropoulou una noche en que la casa del poeta Porfirio García albergaba a un buen número de seres con interés de comunicarnos. Poetas, músicos, artistas plásticos tenían (y siguen teniendo) cabida en ese lugar de arte y expansión del espíritu. Christy Petropoulou, de origen griego, ciudadana del mundo es un ser inolvidable en la conciencia de nuestro grupo, un personaje en sí mismo por su gusto de andar de aquí para allá con la curiosidad de una niña. Esta historia deberá continuarse con los aportes de las diversas plumas que la conocieron y trataron. Hoy, hagamosun homenaje a Christy en aras de recordar esas noches de cerveza, música y poesía en donde el mundo no encontraba fronteras.






Un par de obras de su autoría y un poema de un servidor para recordarla como ella se merece.






miércoles



un juego mal nombrado


entre cazuelas rotas y palabras graves,


cercas de alambres tensos y arruinados.


en plena ebullición de la palabra:


andantes en la ruta donde


no puede andarse más que solo.


sin embargo, piedra es la piedra.


y se hizo el sonido dentro mío


cuando en ti misma ya se hacía el cansancio.


mujer doscientos pétalos alados,


masa de muerte arando en el desierto,


calor que me domina y que me embruja


lámpara de oscuro amor y piedra lumbre.


tu nombre es la mujer que desde lejos


se mira como al aire en la memoria.


roca de sal, grito de auxilio del conforme


martirio del que alcanza sin saberlo,


costilla de mi cuerpo, alba en mi día


llamado miércoles.


en esta mi ciudad


seas bienvenida.




Ricardo Medrano Torres












Acerca de mí

México, Estado de México, Mexico
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